Pilar Pedraza no es una autora conocida para el gran público. Ni falta que le hace.
Y es que Pilar Pedraza tiene una legión de lectores fieles que la seguirían al fin del mundo. Porque no solo escribe de maravilla, también lo hace de forma muy original.
Está especializada en literatura fantástica y de terror. Ella y Emilio Bueso son los únicos escritores españoles, vivos, que están incluidos en el catálogo de Valdemar. Sin embargo, las etiquetas no sirven para clasificar su obra, porque la autora va a su aire.
A esta ensayista, doctora en Historia y profesora en la Universidad de Valencia le fascina todo lo raro y misterioso. Y lo aborda de una forma personal e irreverente. Eso sí, después de haberse empapado a fondo sobre cada tema. Sus libros versan sobre la brujería, los hechizos, las posesiones demoníacas, el canibalismo, las apariciones de ultratumba… Pero no os asustéis, Mystic Topaz no es un libro oscuro. Al contrario, es una colección de relatos muy divertida.
Sus personajes femeninos: un punto de vista diferente

Pilar Pedraza
Todas sus historias ocurren en torno a la tienda de gemas y productos esotéricos Mystic Topaz. Por allí circularán objetos de lo más variopinto con poderes ocultos. Por ejemplo, espejos tibetanos, joyas vitorianas, fotografías de muertos, reyes de zombies… También tendremos ocasión de asistir a seminarios de espiritualidad y terapias alternativas, impartidos por chamanes y cabalistas.
Sus protagonistas son mujeres, como siempre en las obras de Pilar Pedraza. No lo hace por sexismo ni feminismo. La autora pretende así aportar a los lectores saturados de personajes masculinos un punto de vista diferente. Por un lado tenemos a Geles, la joven dependienta pelirroja licenciada en Filosofía. Al inicio es tan escéptica como el lector, pero poco a poco se irá iniciando en el mundo extraño de la tienda. Y por otro, la morena e imponente Delirio Presencia. Es dueña de la tienda y de poderes mágicos, y resulta a la vez cercana y misteriosa.
La autora no cree en la magia, pero le divierte y le fascina. Y eso se nota en Mystic Topaz. El lector se queda enganchado a unas historias a veces abiertamente sobrenaturales y otras que dejan la duda en el aire. A mi juicio estas últimas son las mejores, en ellas la autora demuestra su dominio de las transiciones sutiles. Así que no os lo penséis más, adentraos en estos cuentos efervescentes. Pero tened cuidado: causan adicción.