ARTÍCULO APARECIDO EN EL NÚMERO 21 DE LA REVISTA SCRIBERE
Forjarse un estilo propio es la mayor ambición de todo aspirante a escritor. Pero también su mayor desafío.
Como abordar este asunto desde el punto de vista técnico resultaría impreciso, os lo mostraré con un ejemplo. Para mí, uno de los estilos literarios más personales del cuento español contemporáneo es el de Cristina Fernández Cubas. Os invito a considerar su escritura y trayectoria.
Su prosa es tan hipnótica que, de haber nacido en otra época, la hubieran quemado por bruja. La palabra “convencional” no existe en su vocabulario. En sus cuentos la única certeza es el inicio. Porque nunca se sabe a dónde te va a conducir el viaje. Y, sinceramente, tampoco importa. Se disfruta tanto del camino que lo único que el lector lamenta es que termine.
Cuentos para lectores despiertos
Todos sus cuentos parten de situaciones cotidianas donde, en el momento menos esperado, se cuela un elemento perturbador. Aunque la autora reconoce su fascinación por Poe, se desmarca del maestro. En lugar de tejer una atmósfera inquietante a través de los escenarios como él, Cristina se vale de una prosa chispeante y ambigua para lograr el mismo resultado. Igual que Pulgarcito, va sembrando el cuento de guiños y de enigmas sugeridos, que a veces adereza con un humor socarrón capaz de despistar al lector más experimentado. Y es que, como ella misma reconoce, “el cuento requiere de un lector despierto, que no se conforma con que se lo den todo masticado”.
Con tanta exigencia es difícil encabezar las listas de los libros más vendidos. Tal vez esta sea una de las razones por las que una escritora de su talla siga siendo una desconocida para el gran público. Pero la batalla aún no está perdida y, como afirma la autora, “a veces a la vida le da por ponerse simpática”. Aunque el cuento sigue siendo minoritario en relación a la novela, su consideración por parte de la crítica y del público ha ido mejorando. Entre tanto, como si el asunto de la fama no le incumbiera, Cristina sigue coleccionando premios cada vez más prestigiosos.
Y es que Cristina Fernández Cubas siempre ha ido por libre. “Sus cuentos redondos y perfectos abrieron el camino para una nueva narrativa española en los años ochenta del siglo XX”, afirma nada menos que Beatriz de Moura, fundadora y editora literaria durante cuarenta y cinco años de Tusquets Editores. Lo que, entre líneas, quiere decir que Cristina siempre ha escrito a contracorriente. Ella misma lo admite cuando insiste en que “un escritor debe permanecer al margen de modas y criterios mercantiles”. Advirtiendo también que “no se convertirá en millonario, pero se sentirá a gusto con lo que hace”. No encuentro una receta mejor para un escritor que esté tratando de encontrar su propio estilo.